Las galletas danesas de mantequilla son un clásico en la repostería que nunca pasa de moda. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro, junto con su delicioso sabor a mantequilla, las convierte en un bocado irresistible. Estas galletas son perfectas para acompañar un café, un té o simplemente para disfrutar en cualquier momento del día. Además, su preparación es bastante sencilla, lo que las hace ideales tanto para principiantes como para reposteros experimentados.
En este artículo, te guiaré a través de cada paso necesario para preparar estas deliciosas galletas. Desde la selección de los ingredientes hasta el horneado final, cada etapa es crucial para obtener un resultado perfecto. Así que, si estás listo para sumergirte en el mundo de la repostería danesa, ¡sigue leyendo!
No solo aprenderás a hacer galletas danesas de mantequilla, sino que también descubrirás algunos consejos útiles para personalizarlas a tu gusto. Así que, ¡manos a la obra!
Ingredientes Necesarios

Para preparar unas exquisitas galletas danesas de mantequilla, necesitarás reunir los siguientes ingredientes:
- 200 g de harina: Este es el ingrediente base que le dará estructura a tus galletas. Puedes usar harina de trigo común o, si prefieres, una mezcla de harinas sin gluten.
- 100 g de azúcar: El azúcar no solo endulza, sino que también ayuda a lograr una textura crujiente en el exterior de las galletas.
- 125 g de mantequilla: Asegúrate de que esté a temperatura ambiente para que se mezcle fácilmente con los demás ingredientes. La mantequilla es la estrella de esta receta, aportando un sabor rico y cremoso.
- Una pizca de sal: La sal realza los sabores y equilibra la dulzura de las galletas.
- Una yema de huevo: Esta le dará humedad y ayudará a unir todos los ingredientes.
- Una cucharadita de vainilla: La vainilla añade un toque aromático que complementa perfectamente el sabor de la mantequilla.
Es importante medir los ingredientes con precisión para obtener el mejor resultado. Si deseas, puedes experimentar con otros sabores, como añadir ralladura de limón o almendra, para darle un giro único a tus galletas. ¡La creatividad es clave en la cocina!
Preparación de la Masa
Una vez que tengas todos los ingredientes listos, es hora de comenzar a preparar la masa para tus galletas danesas de mantequilla. El primer paso es batir la mantequilla junto con el azúcar en un bol grande. Utiliza una batidora eléctrica o una varilla manual para mezclar hasta que la mezcla esté cremosa y suave. Este proceso es fundamental, ya que incorpora aire a la mantequilla, lo que ayudará a que las galletas queden ligeras y esponjosas.
Después de que la mantequilla y el azúcar estén bien integrados, añade la yema de huevo y la cucharadita de vainilla. Mezcla nuevamente hasta que todo esté bien combinado. A continuación, es el momento de incorporar la harina y la pizca de sal. Hazlo poco a poco, mezclando con una espátula o cuchara de madera para evitar que la harina se derrame. La masa comenzará a formarse y se volverá más densa.
Una vez que todos los ingredientes estén bien integrados, es recomendable transferir la masa a una manga pastelera. Esto facilitará el proceso de formado de las galletas más adelante. Cierra la manga y refrigérala durante al menos 30 minutos. Este paso es crucial, ya que la refrigeración ayudará a que la mantequilla se endurezca, lo que a su vez permitirá que las galletas mantengan su forma al hornearse.
Formado y Horneado

Después de que la masa haya estado en el refrigerador, es hora de darle forma a tus galletas danesas de mantequilla. Precalienta tu horno a 170 °C para que esté listo para recibir las galletas. Mientras tanto, saca la masa de la nevera y comienza a estirarla sobre una superficie enharinada. Puedes usar un rodillo para obtener un grosor uniforme, que generalmente debe ser de aproximadamente medio centímetro.
Una vez estirada, utiliza cortadores de galletas para dar forma a tus galletas. Puedes optar por formas clásicas como círculos, estrellas o incluso corazones, dependiendo de la ocasión. Si no tienes cortadores, también puedes usar un cuchillo para cortar la masa en cuadrados o rectángulos. La creatividad es bienvenida en esta etapa, así que diviértete con las formas.
Antes de hornear, es recomendable pincelar las galletas con clara de huevo batida. Esto les dará un acabado brillante y atractivo. Luego, espolvorea un poco de azúcar por encima para añadir un toque extra de dulzura y textura. Una vez que todas las galletas estén listas, colócalas en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y refrigéralas nuevamente durante unos minutos. Esto ayudará a que mantengan su forma durante el horneado.
Finalmente, hornea las galletas en el horno precalentado durante aproximadamente 15 minutos o hasta que estén doradas en los bordes. Es importante vigilarlas, ya que cada horno puede variar en temperatura. Una vez listas, retíralas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Esto permitirá que se endurezcan un poco más y estén listas para ser disfrutadas.
Conclusión

Las galletas danesas de mantequilla son una delicia que puedes preparar en casa con facilidad. Con ingredientes simples y un proceso de preparación claro, puedes sorprender a tus amigos y familiares con un postre delicioso y elegante. Recuerda que la clave está en la calidad de los ingredientes y en seguir cada paso con atención.
Una vez que tus galletas estén frías, guárdalas en una caja hermética para conservar su frescura. Son perfectas para compartir en reuniones, como regalo o simplemente para disfrutar en casa. No dudes en experimentar con diferentes sabores y formas para hacerlas aún más especiales.
Si te ha gustado esta receta, ¡compártela con tus amigos y familiares! También te invito a dejar un comentario sobre tu experiencia al hacer estas galletas o cualquier variación que hayas probado. ¡Disfruta de tu tiempo en la cocina y de cada bocado de estas deliciosas galletas danesas de mantequilla!