Pizza tomate: receta fácil y saludable sin salsa

La pizza de tomate con orégano es una opción deliciosa y saludable que se aleja de las tradicionales pizzas cargadas de salsas y ingredientes pesados. Esta receta es perfecta para aquellos que buscan una alternativa ligera, pero igualmente sabrosa. Con una base crujiente y un topping fresco, esta pizza se convierte en una opción ideal para una cena rápida o una comida ligera. Además, es muy fácil de preparar, lo que la convierte en una excelente opción para principiantes en la cocina.
La simplicidad de los ingredientes es uno de los mayores atractivos de esta receta. Al utilizar rodajas de tomate frescas y queso mozzarella, se logra un equilibrio perfecto entre sabor y textura. El orégano aporta un toque aromático que realza el sabor del tomate, creando una combinación que es a la vez clásica y reconfortante. Si buscas una receta que no solo sea fácil de hacer, sino también saludable, has llegado al lugar correcto.
En este artículo, te guiaré a través de cada paso de la preparación de esta deliciosa pizza de tomate con orégano. Desde la elección de los ingredientes hasta el horneado final, descubrirás cómo hacer una pizza que no solo es rápida de preparar, sino que también es perfecta para compartir con amigos y familiares. ¡Vamos a empezar!
Ingredientes necesarios
Para preparar una deliciosa pizza de tomate con orégano, necesitarás reunir algunos ingredientes básicos que seguramente ya tienes en tu cocina. Aquí te dejo una lista completa:
- Masa de pizza: Puedes optar por comprarla ya preparada o hacerla tú mismo. Si decides hacerla, necesitarás harina, agua, levadura y sal.
- Rodajas de tomate: Utiliza tomates frescos y maduros para obtener el mejor sabor. Los tomates de tipo Roma son una excelente opción.
- Queso mozzarella: Este queso es ideal para pizzas debido a su capacidad de derretirse y su sabor suave.
- Orégano: Puedes usar orégano seco o fresco, dependiendo de lo que tengas a mano. El orégano seco es más concentrado, así que ajusta la cantidad según tu preferencia.
- Sal y pimienta: Estos condimentos son esenciales para realzar los sabores de los ingredientes.
- Aceite de oliva: Un chorrito de aceite de oliva no solo añade sabor, sino que también ayuda a dorar la masa.
Con estos ingredientes a la mano, estarás listo para comenzar a preparar tu pizza de tomate con orégano. Recuerda que la calidad de los ingredientes influye directamente en el resultado final, así que elige los más frescos y sabrosos que puedas encontrar.
Preparación de la masa
Si decides hacer tu propia masa de pizza, el primer paso es mezclar los ingredientes secos. En un bol grande, combina la harina con la sal y la levadura. Asegúrate de que la levadura esté bien distribuida en la harina para que la masa suba de manera uniforme. Luego, añade agua tibia poco a poco mientras mezclas con una cuchara de madera o con las manos. La cantidad de agua puede variar, así que añade suficiente hasta que la masa se forme y no se pegue a tus manos.
Una vez que la masa esté lista, es hora de amasar. Coloca la masa sobre una superficie enharinada y comienza a amasar durante unos 10 minutos. Este proceso es crucial, ya que ayuda a desarrollar el gluten, lo que le dará a la masa su textura elástica y crujiente. Si la masa se pega, puedes espolvorear un poco más de harina, pero evita añadir demasiada para no afectar la textura final.
Después de amasar, forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado. Cubre el bol con un paño húmedo y deja que la masa repose en un lugar cálido durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que haya duplicado su tamaño. Este tiempo de reposo permite que la levadura fermente y haga su magia, creando una masa ligera y aireada que será la base perfecta para tu pizza de tomate con orégano.
Montaje de la pizza

Una vez que la masa ha reposado y está lista, el siguiente paso es precalentar el horno a 220°C. Este es un paso crucial, ya que un horno bien caliente asegura que la masa se cocine de manera uniforme y se dore adecuadamente. Mientras el horno se calienta, puedes preparar el molde para la pizza. Engrasa un molde para pizza o una bandeja de horno con un poco de aceite de oliva para evitar que la masa se pegue.
Ahora, extiende la masa sobre el molde engrasado. Puedes usar un rodillo o tus manos para darle forma. Asegúrate de que la masa tenga un grosor uniforme y que cubra bien el fondo del molde. Si prefieres una corteza más gruesa, puedes dejar los bordes un poco más altos. Una vez que la masa esté en su lugar, esparce un chorrito de aceite de oliva sobre la superficie. Esto no solo añade sabor, sino que también ayuda a que la masa se dore.
A continuación, esparce una capa generosa de queso mozzarella sobre la masa. Asegúrate de cubrir toda la superficie, dejando un pequeño borde sin queso para la corteza. Luego, coloca las rodajas de tomate de manera uniforme sobre el queso. Puedes superponerlas ligeramente para asegurarte de que cada bocado tenga un poco de tomate. Finalmente, sazona con sal, pimienta y una buena cantidad de orégano. Si te gusta un sabor más intenso, no dudes en añadir más orégano al gusto.
Una vez que hayas montado la pizza, es hora de hornearla. Coloca el molde en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 10 minutos. Observa cómo la masa comienza a dorarse y el queso se derrite. Cuando la pizza esté dorada y burbujeante, retírala del horno y déjala enfriar durante unos minutos antes de cortarla. Esto permitirá que los sabores se asienten y hará que sea más fácil servirla.
Conclusión

La pizza de tomate con orégano es una opción deliciosa y saludable que puedes disfrutar en cualquier momento. Su preparación es rápida y sencilla, lo que la convierte en una excelente opción para una cena entre semana o una reunión con amigos. Al no utilizar salsa de tomate, esta receta resalta el sabor fresco de los ingredientes, permitiendo que cada bocado sea una explosión de sabor.
Además, puedes personalizar esta receta según tus preferencias. Si deseas añadir otros ingredientes, como aceitunas, albahaca o incluso un toque de picante, siéntete libre de experimentar. La cocina es un arte, y cada pizza puede ser una obra maestra única.
Te animo a que pruebes esta receta en casa y la compartas con tus seres queridos. Estoy seguro de que disfrutarán de cada bocado. ¡No olvides dejarme tus comentarios sobre cómo te quedó tu pizza de tomate con orégano!
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