Receta de lasaña de pollo: deliciosa y ligera opción casera

La lasaña de pollo se ha convertido en una opción popular para aquellos que buscan una alternativa más ligera a la tradicional lasaña de carne roja. Esta deliciosa receta no solo es más saludable, sino que también ofrece un sabor excepcional que encantará a toda la familia. La combinación de capas de pasta, una sabrosa salsa de tomate con pollo y una cremosa bechamel crea un plato que es tanto reconfortante como satisfactorio.
Preparar una lasaña de pollo es un proceso sencillo que puede ser disfrutado por cocineros de todos los niveles. Desde el sofrito inicial hasta el horneado final, cada paso es una oportunidad para disfrutar de la cocina y crear un plato que no solo es delicioso, sino también visualmente atractivo. Además, esta receta es ideal para utilizar pollo sobrante, lo que la convierte en una opción práctica y económica.
En este artículo, te guiaré a través de cada etapa de la preparación de la lasaña de pollo, asegurándome de que tengas todos los detalles necesarios para que tu plato sea un éxito. Así que, ¡manos a la obra!
Ingredientes necesarios
Para preparar una exquisita lasaña de pollo, necesitarás reunir los siguientes ingredientes. Es importante asegurarte de que todos los elementos estén frescos y de buena calidad para obtener el mejor sabor posible.
- Pasta para lasaña: Puedes optar por pasta fresca o seca, según tu preferencia. La cantidad dependerá del tamaño de tu fuente para hornear.
- Pollo: Puedes utilizar pechugas de pollo frescas o pollo sobrante de otra preparación. Aproximadamente 500 gramos son suficientes para esta receta.
- Cebolla: Una cebolla mediana, que aportará dulzura y sabor al sofrito.
- Ajo: Dos dientes de ajo, que realzarán el sabor del pollo y la salsa.
- Tomate triturado: Un bote de 400 gramos de tomate triturado o puré de tomate, que será la base de nuestra salsa.
- Aceite de oliva: Para sofreír la cebolla y el ajo.
- Sal y pimienta: Al gusto, para sazonar la salsa.
- Leche: Aproximadamente 500 ml, que se utilizará para la bechamel.
- Mantequilla: 50 gramos, para la elaboración de la bechamel.
- Harina: 50 gramos, que servirá como base para espesar la salsa bechamel.
- Queso rallado: Al gusto, para gratinar la parte superior de la lasaña.
Con estos ingredientes a la mano, estarás listo para comenzar a preparar tu lasaña de pollo. Recuerda que puedes ajustar las cantidades según el número de porciones que desees preparar.
Preparación del pollo y salsa

El primer paso en la elaboración de tu lasaña de pollo es preparar el pollo y la salsa. Comienza por calentar un poco de aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Una vez caliente, añade la cebolla picada finamente y los dientes de ajo machacados. Sofríe durante unos minutos hasta que la cebolla esté transparente y fragante.
A continuación, incorpora el pollo a la sartén. Si utilizas pollo fresco, corta las pechugas en trozos pequeños para que se cocinen de manera uniforme. Si estás utilizando pollo sobrante, simplemente desmenúzalo y agrégalo a la mezcla. Cocina el pollo hasta que esté dorado y completamente cocido. Esto debería tomar alrededor de 5 a 7 minutos.
Una vez que el pollo esté listo, añade el tomate triturado a la sartén. Remueve bien para combinar todos los ingredientes y sazona con sal y pimienta al gusto. Deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 15 minutos, permitiendo que los sabores se integren y el pollo se impregne del sabor del tomate. Al final, deberías tener una salsa espesa y sabrosa que será la base de tu lasaña.
Elaboración de la bechamel
La salsa bechamel es un componente esencial de la lasaña de pollo, ya que aporta cremosidad y un sabor suave que complementa perfectamente la salsa de tomate. Para comenzar, derrite la mantequilla en una cacerola a fuego medio. Una vez derretida, añade la harina y mezcla bien con una cuchara de madera, cocinando durante un par de minutos para eliminar el sabor crudo de la harina.
A continuación, comienza a añadir la leche poco a poco, sin dejar de remover. Es importante hacerlo lentamente para evitar la formación de grumos. Continúa mezclando hasta que la salsa espese y adquiera una textura suave y cremosa. Esto puede tardar entre 5 y 10 minutos. Si la bechamel queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche hasta alcanzar la consistencia deseada.
Finalmente, sazona la bechamel con un poco de sal y pimienta al gusto. Si deseas, puedes añadir una pizca de nuez moscada para darle un toque especial. Una vez que la bechamel esté lista, retírala del fuego y déjala enfriar un poco antes de usarla en el montaje de la lasaña.
Montaje y horneado de la lasaña
Ahora que tienes la salsa de pollo y la bechamel listas, es momento de montar tu lasaña de pollo. Precalienta el horno a 180 ºC para que esté caliente cuando termines de montar la lasaña. Comienza por engrasar una fuente apta para horno con un poco de aceite o mantequilla para evitar que la lasaña se pegue.
Coloca una capa de pasta para lasaña en el fondo de la fuente. Luego, añade una capa de la salsa de pollo, asegurándote de distribuirla uniformemente. A continuación, vierte una capa de bechamel sobre la salsa de pollo. Repite este proceso, alternando capas de pasta, salsa de pollo y bechamel, hasta que hayas utilizado todos los ingredientes. Termina con una última capa de bechamel y espolvorea generosamente con queso rallado.
Una vez montada, lleva la lasaña al horno precalentado y hornea durante 30-40 minutos, o hasta que la parte superior esté dorada y burbujeante. Es recomendable dejar reposar la lasaña durante unos 10 minutos antes de cortarla y servirla. Esto permitirá que las capas se asienten y facilitará el corte.
Conclusión
La lasaña de pollo es una opción deliciosa y ligera que seguramente se convertirá en un favorito en tu hogar. Su preparación es sencilla y el resultado es un plato que combina sabores y texturas de manera excepcional. Ya sea que la prepares para una cena familiar o para sorprender a tus amigos, esta receta es perfecta para cualquier ocasión.
No dudes en experimentar con los ingredientes, añadiendo tus verduras favoritas o utilizando diferentes tipos de queso para personalizar tu lasaña. Además, puedes preparar una gran cantidad y congelar porciones para disfrutar en otro momento.
¡Anímate a probar esta receta y comparte tus resultados! Nos encantaría saber cómo te quedó tu lasaña de pollo. ¿Te gustó? ¿Le hiciste alguna modificación? ¡Déjanos tus comentarios y comparte tus experiencias culinarias!
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