La salsa Café de París es un verdadero tesoro culinario que ha conquistado paladares alrededor del mundo. Originaria de Ginebra, esta mantequilla compuesta se ha convertido en un acompañamiento esencial para diversas carnes, especialmente el entrecot, solomillo y chuletón. Su sabor distintivo y su textura cremosa la hacen irresistible, y su historia es tan fascinante como su sabor.
Creada en 1930 por Madame Boubier, la salsa Café de París combina una variedad de hierbas frescas, anchoas y especias que se funden en una deliciosa mezcla. Aunque la receta original es un secreto bien guardado que incluye 24 ingredientes, es posible recrear una versión casera con ingredientes más accesibles. En este artículo, exploraremos la historia, los ingredientes clave y la preparación de esta exquisita salsa, así como algunas variaciones que puedes probar en casa.
Si eres un amante de la cocina o simplemente quieres impresionar a tus invitados con un plato delicioso, sigue leyendo para descubrir todos los secretos de la salsa Café de París. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!
Historia de la Salsa Café de París
La historia de la salsa Café de París comienza en la década de 1930 en Ginebra, Suiza. Madame Boubier, una chef innovadora, decidió crear una mantequilla compuesta que pudiera realzar el sabor de las carnes que se servían en su restaurante. Su objetivo era ofrecer a los comensales una experiencia gastronómica única, y lo logró con esta salsa que rápidamente se volvió popular.
El nombre “Café de París” no solo hace referencia a la salsa, sino también al restaurante donde fue creada. Este establecimiento se convirtió en un punto de encuentro para amantes de la buena comida y la buena compañía. La salsa se hizo famosa no solo por su sabor, sino también por su presentación, ya que se sirve caliente sobre la carne, fundiéndose y creando una experiencia visual y gustativa inigualable.
Con el paso de los años, la salsa Café de París ha trascendido fronteras y se ha integrado en la gastronomía de muchos países. Hoy en día, es un acompañamiento habitual en restaurantes de alta cocina y parrillas, y su popularidad sigue en aumento. La combinación de sabores que ofrece esta salsa la convierte en un clásico que no puede faltar en la mesa de los amantes de la carne.
Ingredientes Clave y Variaciones

La salsa Café de París es conocida por su complejidad de sabores, que provienen de una mezcla de ingredientes cuidadosamente seleccionados. Aunque la receta original incluye 24 ingredientes secretos, hay algunos elementos clave que son fundamentales para lograr su sabor característico. Entre ellos se encuentran:
- Mantequilla: La base de la salsa, que aporta cremosidad y riqueza.
- Hierbas frescas: Como el perejil, el cebollino y el estragón, que añaden frescura y aroma.
- Anchoas: Que aportan un toque salado y umami, elevando el sabor de la salsa.
- Especias: Como el pimentón y la pimienta, que añaden profundidad y un ligero picante.
Además de estos ingredientes, la salsa puede incluir otros elementos como mostaza, ajo, y incluso un toque de limón para equilibrar los sabores. La versatilidad de la salsa Café de París permite que cada chef o cocinero la adapte a su gusto, creando variaciones que pueden incluir ingredientes como queso o nueces.
Si bien la receta original es un misterio, puedes experimentar en tu cocina y crear tu propia versión de la salsa. No dudes en probar diferentes combinaciones de hierbas y especias para encontrar la mezcla que más te guste. La clave está en equilibrar los sabores para que ninguno opaque a los demás.
Preparación Paso a Paso
Preparar la salsa Café de París en casa es más sencillo de lo que parece. A continuación, te presentamos una receta básica que puedes seguir para disfrutar de esta deliciosa salsa en tu propia mesa.
Ingredientes necesarios:
- 250 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 cucharadas de perejil fresco picado
- 2 cucharadas de cebollino picado
- 1 cucharada de estragón fresco picado
- 2 filetes de anchoa, picados
- 1 cucharadita de mostaza de Dijon
- 1 diente de ajo, picado
- Sal y pimienta al gusto
- Opcional: un chorrito de jugo de limón
Instrucciones:
-
Mezcla los ingredientes: En un bol grande, coloca la mantequilla a temperatura ambiente. Agrega el perejil, cebollino, estragón, anchoas, mostaza y ajo. Mezcla bien con una espátula o cuchara de madera hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
-
Sazona: Añade sal y pimienta al gusto. Si decides usar jugo de limón, este es el momento de incorporarlo. Recuerda que el equilibrio de sabores es clave, así que prueba la mezcla y ajusta según sea necesario.
-
Forma un cilindro: Una vez que la mezcla esté bien combinada, coloca la mantequilla en un trozo de papel film. Enrolla el papel film alrededor de la mantequilla formando un cilindro y asegúrate de que esté bien apretado. Esto ayudará a que mantenga su forma al refrigerarse.
-
Refrigera: Coloca el cilindro en el refrigerador durante al menos 2 horas, o hasta que esté firme. Esto permitirá que los sabores se integren y que la mantequilla tenga la consistencia adecuada para ser utilizada.
-
Sirve: Cuando estés listo para disfrutar de tu salsa Café de París, corta rodajas del cilindro y colócalas sobre la carne caliente justo antes de servir. La mantequilla se derretirá y cubrirá la carne con un delicioso sabor.
Además de acompañar carnes, esta salsa también puede ser utilizada para hacer una salsa bechamel especiada. Simplemente derrite un poco de la mantequilla en una sartén, añade harina y leche, y mezcla hasta obtener una salsa suave. Esta variación es perfecta para pastas o gratinados.
Conclusión
La salsa Café de París es un clásico de la gastronomía que no solo realza el sabor de las carnes, sino que también ofrece una experiencia culinaria única. Su rica historia y la combinación de sabores hacen de esta salsa un acompañamiento imprescindible en cualquier mesa.
Prepararla en casa es una excelente manera de sorprender a tus invitados o simplemente disfrutar de una comida deliciosa. Con ingredientes sencillos y un poco de tiempo, puedes recrear esta famosa salsa y darle un toque especial a tus platos.
No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y crear tu propia versión de la salsa Café de París. ¡Comparte tus resultados y experiencias en los comentarios! ¿Te animas a probar esta deliciosa receta? ¡Estamos seguros de que te encantará!