El pastrami es más que un simple tipo de carne; es un símbolo de la gastronomía estadounidense que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su sabor ahumado y especiado lo convierte en un ingrediente versátil que se puede disfrutar de diversas maneras. Desde su popularidad en los emblemáticos sándwiches de Katz’s Deli en Nueva York hasta su presencia en mesas de todo el mundo, el pastrami tiene una rica historia que merece ser explorada. En este artículo, profundizaremos en los orígenes del pastrami, su proceso de elaboración, algunas recetas destacadas y cómo puedes disfrutarlo en casa.
La historia del pastrami es un viaje que abarca siglos y continentes. Desde sus raíces en el Imperio Bizantino hasta su evolución en Europa del Este, el pastrami ha sido influenciado por diversas culturas y tradiciones culinarias. A medida que los inmigrantes judíos llevaron esta deliciosa carne a Nueva York, el pastrami se transformó en un ícono de la comida estadounidense. Acompáñanos en este recorrido para descubrir cómo se ha convertido en un alimento tan querido y apreciado.
Si eres un amante de la carne o simplemente un curioso gastronómico, este artículo te proporcionará información valiosa sobre el pastrami. Aprenderás sobre su historia, cómo se elabora, recetas que puedes probar en casa y consejos para disfrutarlo al máximo. ¡Vamos a sumergirnos en el fascinante mundo del pastrami!
Orígenes del Pastrami
El pastrami tiene sus raíces en el antiguo Imperio Bizantino, donde se utilizaban métodos de conservación de carne que incluían la salmuera y el ahumado. Sin embargo, fue en Europa del Este, especialmente en Rumania, donde esta técnica se perfeccionó y se popularizó. En Rumania, la carne se curaba con especias y se ahumaba, creando un sabor único que más tarde se trasladaría a otras partes del mundo.
El nombre “pastrami” proviene del término rumano “pastramă”, que se refiere a la carne curada. A finales del siglo XIX, con la llegada de inmigrantes judíos a Nueva York, el pastrami comenzó a ganar popularidad en Estados Unidos. Estos inmigrantes trajeron consigo sus tradiciones culinarias, y el pastrami se convirtió en un alimento básico en las comunidades judías de la ciudad.
Uno de los lugares más emblemáticos donde se popularizó el pastrami fue Katz’s Deli, fundado en 1888. Este deli se convirtió en un símbolo de la cultura judía en Nueva York y es famoso por sus sándwiches de pastrami. La combinación de la carne curada, especiada y ahumada, servida en pan de centeno con mostaza, se ha convertido en un clásico que atrae a locales y turistas por igual.
Proceso de Elaboración

La elaboración del pastrami es un arte que requiere tiempo y paciencia. El proceso comienza con la selección de la carne, que generalmente es de ternera. La carne se corta en piezas adecuadas y se sumerge en una salmuera, que es una mezcla de agua, sal y especias. Este proceso de curado puede durar varios días, permitiendo que la carne absorba los sabores y se conserve adecuadamente.
Una vez que la carne ha sido curada, se retira de la salmuera y se seca. En esta etapa, se aplica una mezcla de especias que puede incluir pimienta negra, ajo en polvo, semillas de cilantro y pimentón. Esta mezcla de especias es fundamental para darle al pastrami su característico sabor. Después de especiar la carne, se ahuma a baja temperatura, lo que le proporciona un sabor profundo y ahumado.
Finalmente, el pastrami se cocina al vapor para asegurarse de que esté tierno y jugoso. Este paso es crucial, ya que ayuda a mantener la humedad en la carne, lo que resulta en una textura perfecta. Aunque existen diversas recetas y métodos de preparación, el proceso básico de curado, especiado, ahumado y cocción al vapor es lo que define al pastrami.
Recetas Destacadas
Si bien el pastrami es delicioso por sí solo, hay muchas maneras de disfrutarlo en casa. Aquí te presentamos algunas recetas destacadas que puedes probar:
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Sándwich de Pastrami Clásico: Este es el plato más conocido que incluye pastrami. Simplemente coloca una generosa porción de pastrami en pan de centeno, añade mostaza y, si lo deseas, un poco de chucrut. ¡Es un clásico que nunca falla!
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Pastrami en Carpaccio: Para una opción más elegante, prueba el pastrami en forma de carpaccio. Corta el pastrami en rodajas muy finas y sírvelo con un chorrito de aceite de oliva, jugo de limón, queso parmesano y rúcula. Esta presentación es perfecta como aperitivo.
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Ensalada de Pastrami: Agrega un toque de sabor a tus ensaladas con pastrami. Mezcla lechuga, tomates cherry, cebolla roja y trozos de pastrami. Aliña con una vinagreta de mostaza y miel para un plato fresco y satisfactorio.
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Pastrami en Pizza: Sorprende a tus amigos con una pizza de pastrami. Usa una base de pizza, añade salsa de tomate, queso mozzarella y trozos de pastrami. Hornea hasta que el queso esté burbujeante y dorado.
Estas recetas son solo el comienzo. El pastrami es un ingrediente versátil que se puede incorporar en una variedad de platos. No dudes en experimentar y crear tus propias combinaciones.
Conclusión
El pastrami es una carne con una rica historia y un sabor inconfundible que ha dejado una huella en la gastronomía mundial. Desde sus orígenes en el Imperio Bizantino hasta su popularidad en los sándwiches de Katz’s Deli, el pastrami ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas y paladares. Su proceso de elaboración, que incluye curado, especiado, ahumado y cocción al vapor, es lo que lo convierte en un manjar tan especial.
Ya sea que lo disfrutes en un sándwich, en una ensalada o en una pizza, el pastrami ofrece una experiencia culinaria única. Te animamos a que pruebes las recetas que hemos compartido y a que experimentes con este delicioso ingrediente en tu cocina. ¡No hay mejor momento que ahora para disfrutar del pastrami en casa!
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